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Nancy Martínez, CEO Ranking Internacional de Felicidad: “En un proceso de transformación lo más importante es preparar a las personas para el cambio”

Nancy Martínez es empresaria, conferenciante, consultora y coach, así como facilitadora y fundadora de la consultora Live 13.5º, primera en México y Latinoamérica que reconoce y empodera a las empresas que apuestan todo por mantener el bienestar y la felicidad de sus equipos.

En este terreno ha impactado positivamente sobre empresas como Coca Cola, Danone, Starbucks, Nissan, Mitsubishi, Santander, Unicef, Amazon, Google o Walmart, entre otras. Ha sido reconocida en 2016 y 2018 por la Asociación Mexicana en Dirección de Recursos Humanos a través de sus ideas. Y en la actualidad, también es CEO del Ranking Internacional de Felicidad Empresas Heroínas.

Usted participa en la mesa redonda “La humanización de la transformación tecnológica en la 5ª era de esta V edición del Congreso de Tecnologías Emergentes para Ecosistemas 4.0, ¿Cuáles considera que son los aspectos fundamentales a tener en cuenta por las compañías en este proceso de transformación digital?

Para mí lo más importante en un proceso de transformación es que se prepare a las personas para el cambio. No todas las personas están listas para enfrentar los cambios que la organización quiere hacer, se resisten al cambio, no están preparadas, no saben cómo enfrentarlo, tienen incertidumbre, tienen miedo… y creo que eso puede, en cierta medida, detener la velocidad en que la organización pueda hacer el proceso de transformación. Debemos preparar a las personas emocionalmente, mentalmente e inclusive físicamente porque es muy probable que requiera invertir más tiempo de lo que invierten actualmente para ayudar a la organización en este proceso de transformación.

Otra de las cosas importantes es que se debe de implementar un programa de reconocimiento que no sea solamente tecnológico, tenemos que habilitar a los líderes para que estos puedan ayudar a su gente a vivir el cambio de una manera positiva. Debemos tener también un programa de embajadores de cambios para que ellos se encarguen de cuidar que la gente esté bien, que se sienta valorada, que se sienta querida, que se estén haciendo las cosas de manera correcta, y que si no las están haciendo de manera correcta se puedan ajustar esos comportamientos deseados por la organización. Entonces, creo que es muy bueno hablar de transformación digital, de una transformación digital humanizada, pues va a ser mucho más exitosa que hacerla simplemente de una manera enfocada al resultado sin tener en cuenta a la gente.

Por su experiencia y como referente al que muchas grandes empresas han consultado ¿Cuáles son los fallos que las empresas olvidan a la hora de transformar digitalmente sus negocios?

A las personas. Me he encontrado muchas organizaciones que tienen procesos de transformación digital y que lo último que ponen en el plan es a las personas, incluso cuando se trata de recortar presupuesto porque hay algún ajuste que hay que hacer en el plan, lo primero que cortan es a las personas. Y al final se dan cuenta que es un grave error porque les cuesta más tiempo, terminan fracasando los procesos de transformación digital, les cuesta mucho que el equipo adopte estos procesos o incluso van mucho más lento de lo que deberían ir conforme al plan, porque la misma gente al resistirse, al no sentirse parte de un proceso, al sentir que pierden sus trabajos y sentir mucha incertidumbre, son los primeros retractores de estos procesos.

¿Qué le ha motivado a participar en este congreso desde la otra parte del Atlántico?

Lo que más me motiva es mi propósito personal de cambiar el mundo organizacional por uno más sano y más feliz contribuyendo a organizaciones más saludables, más rentables, más productivas para generar mayor trabajo, y hablar de la felicidad en el trabajo, porque ya no es una moda, es una necesidad. El mundo necesita personas más felices y el trabajo es parte de la vida de las personas, entonces si tenemos un mundo más feliz va ser un mundo más sano, más productivo, con más posibilidades e impactar en cualquier parte del mundo es mi motivación.

¿Cuál es la clave para tener personas felices en las organizaciones?

Sería muy irresponsable por mi parte dar una clave para que las personas sean felices en cada organización. Cada organización es diferente y por lo tanto tiene diferentes cualidades para ser una organización feliz, pero tuviéramos que definir cuáles son esas bases que sí o sí la organización debe de tener para poder llevar a sus empleados, a sus colaboradores a ser felices, pues hablaríamos primero de sueldos, de salarios justos, prestaciones que ayuden a las personas a poder tener sus vidas de una manera tranquila, plena, justa. El concepto de “justo” es lo primero que creo debemos trabajar entendiendo que se les dan las herramientas necesarias para que ellos puedan hacer su trabajo. No podemos hablarles de felicidad antes de que ellos puedan desempeñar bien lo que se les pide y teniendo las herramientas necesarias.

Sería también importante tener un proceso de gestión adecuado. Es importante que para que una organización sea feliz tenga una estrategia de bienestar y felicidad conectada al negocio, a sus objetivos estratégicos, a su propósito organizacional y sobre todo a su misión de negocio.

Nosotros tenemos un modelo que nos encanta compartir con las organizaciones que busca darles esa guía para poder construir una organización. Consiste en crear personas felices, darles herramientas que les permitan tener un equilibrio físico, mental, espiritual, emocional y financiero, posteriormente necesitamos ayudar a nuestros líderes a ser mejores seres humanos y posteriormente darles herramientas para que ellos puedan gestionar a otras personas, también necesitamos nuevas herramientas para que, como personas, puedan relacionarse de manera positiva, para generar confianza, para que sean capaces de reconocer al otro, darse feedback, incrementar los niveles de colaboración, de sentido de logro, de celebración.

Es importante también hablar de una alta dirección comprometida, que esa alta dirección sea coherente, sea congruente, tenga un interés genuino en la gente, de verdad, que quieran ver a las personas felices, disfrutando su trabajo, siendo mejores seres humanos. Y finalmente un área de recursos humanos estratégica enfocada en la gente, enfocada en generar estrategias que contribuyan a que la organización crezca a pasos agigantados a través de personas felices, personas que tengan herramientas psicológicas que les permitan gestionarse a si mismas como seres humanos, mejorar sus vidas, sanar sus propias vidas y sus límites.

Eso va a ayudar a que la organización sea mucho más feliz, entendiendo que una organización feliz no es perfecta, una organización feliz es aquella que se preocupa genuinamente por que su gente pueda ser mejor, pueda evolucionar, pueda progresar, pueda ser mejor que ayer, pueda tener mejores recursos psicológicos para enfrentar la adversidad. Seguro va a ver discusiones, momentos difíciles, altibajos, situaciones que arreglar, pero si les damos las herramientas para enfrentar eso, van a ser personas más felices en una organización más feliz y productiva.

Por su trayectoria a los dos lados del Atlántico, en la formación de entornos felices en las empresas, ¿Todas cometen los mismos errores o hay diferencias culturales por ejemplo en Europa respecto a América?

Gracias a Empresas Heroínas, algo que hemos detectado es que cada organización tiene desafíos distintos y oportunidades que les permitirían poder tener mejores colaboradores y más felices. El primer error es no entender la felicidad, no entender que la felicidad no es reír en la oficina, no es tener perros en la oficina, no es hacerle un pastel al colaborador. Lo primero es entender que la felicidad genera salud, que la felicidad sana, que la felicidad cambia la vidas, que la felicidad ayuda a las personas a ser una mejor versión de sí mismos, que les ayuda a darles recursos psicológicos para enfrentar la adversidad, disfrutar los momentos de la vida y laborales a los que a esta persona puede llegar a presentársele y esas herramientas les ayuda a ir más rápido, a ir de una manera más positiva y más feliz. Por ello, el primer desafío es no entender la felicidad en el trabajo.

El segundo, que podría ser compatible, es que no conectan la felicidad con las iniciativas de la organización en donde las personas pueden verse afectadas. Por ello, toda acción de recursos humanos, toda acción de experiencia al colaborador, toda acción del área operativa, todas las acciones que se generan dentro de una organización y donde esté involucrada nuestra gente deben estar conectadas con una estrategia de bienestar y felicidad.

Un ejemplo es, por ejemplo una estrategia de compra o venta o fusión de una organización, y tu dirás ¿por qué una fusión? Y la felicidad tiene aquí todo que ver porque una fusión genera incertidumbre, genera miedo, genera confusión, que las personas comiencen a tener ansiedad, o que se depriman, que tengan falta de confianza o que no sepan cuáles son sus fortalezas. Entonces con esa estrategia contribuyes a que el proceso de fusión sea positivo, a que las personas confíen en el proceso, a que las personas aprovechen sus fortalezas, que vivan con certidumbre, que aprendan a gestionar sus temores y entonces haces que un proceso que a lo mejor pueda ser complicado, se viva de una manera mucho mejor, más sana, cuidando a las personas y usando a las personas para que sean una palanca estratégica.

¿Cómo ve las organizaciones a 5 años vista con todo el proceso de transformación digital que se está viviendo a nivel social y empresarial?

Y finalmente otra de las oportunidades que observo en la mayoría de las organizaciones tanto aquí como cruzando el Atlántico es que no cuentan con una estrategia sólidas de bienestar y definición. Improvisan, de repente si vemos que observamos que nuestra gente tiene un tema de desgaste de burnout implementamos acciones de mindfulness o les damos alguna charla, o si vemos que nuestra gente se queja de los líderes, le damos un curso a los líderes o generamos acciones aisladas, lo cual está bien, es mejor que no hacer nada, pero si generamos una estrategia preventiva, una estrategia de gestión desde la felicidad o el bienestar de las personas de manera anticipada que les de estas herramientas, no tendríamos que estar generando esta improvisación, de inventar acciones tras el problema.

Es como si te duele la barriga y te dan una pastilla o te duele la cabeza porque tienes migraña y vas al doctor y te dan una pastilla para la migraña. Se trata de cómo evitar que tener la migraña, cómo evitar que seas una persona enferma. Es mejor enseñar qué hábitos tienes que tener para poder cuidar tu salud, cuidar tu cuerpo y entonces ya no me tengo que preocupar por darte una pastilla después para la migraña, porque ya hice que tu músculo de la salud, del bienestar, de la felicidad sea más fuerte y evité que enfermaras, o que lo pases mal.

Usted también es formadora ¿Cómo se les está trasladando a las nuevas generaciones esta necesaria humanización de la tecnología?

Algo súper interesante de las nuevas generaciones es que la tecnología la traen en el ADN. Son personas muy enfocadas en su bienestar y en sus felicidad. Esa preocupación sobre la gente, el humanizar la tecnología ya la traen instalada, es algo que yo he observado mucho, traen un propósito súper claro, quieren tener más equilibrio de vida, quieren tener mayor bienestar, quieren poder conectar mejor sus propósitos, ser felices en el trabajo. Esto permite que las nuevas generaciones estén mucho más abiertas a utilizar la tecnología, es más, nos ha costado más trabajo cambiar el mindset de las viejas generaciones que de las nuevas. Eso es una buena noticia porque nos va a permitir afianzar más las organizaciones, utilizar más la tecnología, la digitalización y sobre todo ser mucho más humanos, y lograr entender más estas nuevas generaciones.

Otro de los pilares de este Congreso es la Inteligencia Artificial, se habla de que esta va a permitir más tiempo libre a las personas, y por tanto ¿serán las personas más felices?

Bueno, todo dependerá para qué se utilice la IA. Evidentemente esto puede optimizar procesos, puede optimizar el trabajo, pero habrá personas que tal vez le tengan temor a la implementación de este tipo de procesos por perder su trabajo y habrá otras personas que podrán enfocarse a hacer mucho más estrategias, a agregar valor al negocio.

Pero en realidad, el tiempo libre no necesariamente está relacionado con tener una organización feliz. Es importante definir nuevamente cuáles son las cualidades o las características de estas empresas o de estas organizaciones porque necesitamos personas más ágiles, personas con mayores skills, personas que sean capaces de gestionar la adversidad, los nuevos desafíos, personas que estén mentalmente saludables, personas que puedan gestionar sus emociones, que quieran retos, nuevos sueños, crecimiento, progreso, entonces no es un solo indicador del tiempo libre, más bien lo que tenemos que hacer es que las personas se conecten a hacer cosas que les apasionen, que les generen un propósito, donde impacten al mundo, donde se sientan que agregan valor.

De todos los aspectos que aborda este congreso ¿cuál considera de mayor actualidad?

Pues evidentemente creo que al hablar de líderes estamos hablando de un tema que parecería normal hablar en las organizaciones pero ahora los líderes que este mundo necesita son líderes más positivos, líderes más humanos, líderes más empáticos, más compasivos, enfocados en gestionar a otros, pero primero enfocados en gestionarse a sí mismos. Ser grandes seres humanos y después tener la habilidad de gestionar a otros pero no solamente en su rol y sus responsabilidades sino también ser capaces de gestionar su bienestar para que puedan tener un futuro más sano, más saludable y más esperanzador.

Este mundo necesita no sólo organizaciones felices y personas felices en el trabajo, necesita personas sanas, saludables, felices en sus vidas. Un mundo más feliz va a ayudar a que haya menos violencia, menos guerras, menos pobreza. Creo que todos somos líderes en nuestra vida, y hay que hablar desde ese rol de liderazgo que tenemos, también de gestionar o de tomar las riendas de nuestra vida para poder tener una mejor calidad de vida, o un mejor estilo de trabajo y poder impactar a otras personas.

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