¿Qué es realmente la transformación digital?
La transformación digital es un proceso de cambio que se produce en todas las áreas de la organización, a lo largo y ancho. Comprende un “cambio cultural” en el que cada miembro de la empresa participa y su propósito es emplear las tecnologías para innovar y dar solución a necesidades de los clientes. Una empresa con alto grado de madurez digital es capaz de desarrollar nuevos modelos de negocio centrados en los clientes y de forma sostenible.
¿Tienen empresas y usuarios claro este concepto?
En mi experiencia como consultora he podido constatar que existe mucha confusión con el concepto de transformación digital. Se suele emplear como sinónimo de “digitalización” de la empresa y en muchas otras ocasiones se confunde con el “marketing digital”; cuando, en realidad, estos dos últimos conceptos son parte de la transformación digital. La digitalización de la empresa significa usar las tecnologías para optimizar sus procesos (operativos, productivos, administrativos, etcétera) con diversos propósitos: reducir costos, minimizar riesgos, mejorar la calidad, aumentar la productividad, entre otros. El marketing digital consiste en llevar al ámbito digital las prácticas del marketing tradicional en todos sus aspectos: Público, producto, precio, canal de venta, etc.
¿Qué tecnologías y herramientas están disponibles hoy en día para emprender esta transformación? ¿Son accesibles a todos?
Cada día surgen nuevas tecnologías o mejoras de las ya existentes. Cualquier empresa puede y DEBE transformarse digitalmente. Por mencionar apenas algunas que son básicas para todas las empresas podemos hablar de un CRM (herramienta de gestión de clientes), ERP (sistema de gestión de recursos empresariales), servicios en la nube, sitio web, Apps y redes sociales. Luego, dependiendo del sector, por ejemplo para industria, podemos hablar de sensores, robots, internet de las cosas, y para el comercio tenemos tiendas online, marketplaces, soluciones de pago.
En cuanto a la accesibilidad, la oferta de tecnologías es muy amplia, hay muy buenas opciones para empresas pequeñas y en muchas ocasiones la transformación digital no requiere de un presupuesto enorme en sistemas e infraestructura, sino de saber aprovechar lo que se tiene, identificar en lo que realmente se debe invertir y producir el cambio en la organización para crear un modelo de negocio sostenible y rentable desde el día uno.
¿Existe la fórmula del éxito en este camino?
Cada empresa es diferente, tiene su propia cultura y características específicas. Por lo tanto, no hay una fórmula mágica que funcione para todas por igual. Sin embargo, es cierto que en el presente hay cuatro tecnologías que toda empresa debe tener: Redes sociales (contacto directo con stakeholders), movilidad (poder conectarse con cualquier dispositivo), analítica (saber utilizar los datos) y ubicuidad (poder acceder a la información en cualquier lugar). Pero la clave para garantizar el éxito de la transformación digital son las personas y los valores que adopte la organización para la era digital. Si existiera una fórmula, yo diría que sería la combinación de talento, tecnologías y estrategia centrada en el cliente.
¿Cómo ha influido la crisis sanitaria en el proceso de transformación? ¿Se han evidenciado las diferencias entre los que ya habían emprendido el camino y los que no?
¡Absolutamente! Las empresas que ya estaban digitalizadas y en proceso de transformación pudieron adaptarse y reaccionar rápidamente a la nueva situación de crisis. Durante el confinamiento continuaron operando de forma telemática, vendiendo a través de canales digitales y, en mucho casos, ofrecieron nuevas soluciones/productos que demandaba este contexto. Por el contrario, las empresas con un bajo nivel de madurez digital tuvieron que paralizarse y tomarse un tiempo para pensar qué hacer y cómo. Es lamentable decir que hay empresas que se verán forzadas a cerrar. Pero hay que reconocer que la crisis sanitaria ha dado un impulso a la digitalización y a la transformación digital. La demanda de asesoramiento y contratación de servicios en este sentido se ha disparado desde el mes marzo.
¿Es sostenible no sumarse a esta transformación? ¿Tiene futuro la empresa analógica?
Una empresa analógica está condenada a desaparecer. Quizás esa frase sonaba apocalíptica hace algunos años, pero hoy en día está más que asimilada. Hasta la pescadería del barrio te envía por WhatsApp el género fresco y la oferta del día.
¿Cuál es el escenario actual? En cuanto al camino emprendido hacia esta transformación ¿cuántos son los convencidos, cuántos los forzados y cuántos los que se niegan?
Aquí me gustaría distinguir entre digitalización y transformación digital. Actualmente creo que ya no hay negados en cuanto a la digitalización, estos han pasado al grupo de los forzados. Y la proporción de convencidos es mucho mayor. Hasta hace poco el reto era convencer a las pequeñas empresas (las grandes y medianas lo tenían más claro) y sabemos que en España el 96% de empresas son pequeñas. Entonces llegó la crisis sanitaria y se encargó de demostrar cómo es de importante la digitalización. Sin embargo, la transformación digital aún sigue siendo desconocida para la mayoría de las empresas, pero esto es principalmente por la desinformación o por la confusión que generan algunos proveedores tecnológicos que pretenden vender digitalización o servicios de marketing digital como si fuera transformación digital.
¿Qué políticas se necesitan para que esta transformación llegue a todo el tejido productivo?
Se requiere un esfuerzo conjunto por parte de todos los sectores: público, empresarial, académico, social, y a nivel nacional, autonómico y local. Lo primero es concienciar sobre lo que significa realmente la transformación digital y el impacto que tiene para la economía nacional. Considero que aún en algunas instituciones existe la confusión entre digitalización y transformación digital, y la diferencia entre uno y otro concepto es algo que todos debemos tener claro porque sus fines y repercusiones son diferentes.
Luego, es primordial poner al alcance de las empresas servicios de asesoramiento para poder emprender el proceso de transformación. Este es un proceso que involucra a toda la organización y que conlleva un cambio significativo en todas sus áreas.
Finalmente, es muy importante ayudar a las empresas a disponer de recursos para lograr la transformación digital cuando se requiera hacer una inversión en infraestructura tecnológica y digitalización. En este sentido, las subvenciones y políticas de financiación privada deberían ser una prioridad.