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Adrián Broz, profesor en Florida Universitària: “Solo las innovaciones que tienen en el centro al ser humano y son superadoras triunfan”

Adrián Broz es licenciado en Economía con diploma de honor en la Universidad de Buenos Aires (Argentina) y Doctor en Marketing por la Universitat de València. En la actualidad, es profesor de diferentes disciplinas relacionadas con el mundo empresarial y su dirección estratégica en Florida Universitària. Su experiencia profesional se circunscribe como profesor y tutor de universidades en Argentina y España, así como asesor de inversiones y analista en entornos no académicos. Sus principales investigaciones se centran en las áreas de aceptación tecnológica, comportamiento del consumidor, felicidad tecnológica e innovación.

¿Cuál ha sido su motivación a la hora de participar en esta V edición del Congreso de tecnologías emergentes?

Nuestras motivaciones centrales han sido varias y convergentes, y se relacionan fundamentalmente, primero con mostrar el rumbo de las investigaciones que Florida Universitària y un grupo de investigadores de otras universidades estamos realizando relacionadas con la aceptación de tecnologías y el rol de las mismas en la generación de bienestar y felicidad, segundo con recabar críticas constructivas y opiniones que ayuden a mejorar nuestro trabajo y que permitan generar colaboraciones a futuro. En tercer lugar, conocer a distintos especialistas y profesionales de primer nivel, que se encuentran trabajando en la frontera del conocimiento, que permitan expandir nuestro conocimiento y vislumbrar nuevas líneas de investigación. En cuarto lugar recibir una actualización sobre las novedades a nivel tecnológico y de conocimiento y, por último crear una comunidad interdisciplinaria que comparta motivaciones e intereses.

La ponencia en la que usted participa lleva por título “La humanización de la transformación tecnológica en la 5ª era”, ¿Cree que la humanización se ha dejado de lado en la cuarta revolución industrial y en la 5ª era se va a tener más en cuenta?

Personalmente no creo que la humanización se haya dejado de lado en la cuarta revolución industrial, aunque no ha tenido el rol central que se merece. Hay que reconocer, sin embargo, que es difícil estar a la altura cuando existen cambios de paradigmas, que necesitan una fase de transición. La cuarta revolución industrial tiene su eje en la convergencia de distintas tecnologías (biológicas, físicas y digitales) que necesariamente requieren de un cambio cultural, educativo, motivacional y de liderazgo en las personas. Sin embargo, frente a estos desafíos y a estas necesidades, nos encontramos con un sistema educativo, un mercado laboral y una cultura empresarial que no se encuentran a la altura de las circunstancias.

Estoy esperanzado respecto a la 5ª era, creo que la sociedad en su conjunto y los gobiernos son plenamente conscientes de los desafíos que esta nueva revolución ha traído aparejada y las limitaciones con las que nos encontramos en la actualidad. De hecho, desde hace algún tiempo, se observan cambios en los deseos y aspiraciones de nuestras sociedades y nuestros gobiernos que me permiten ser optimista respecto al camino. Este cambio también se nota en las inversiones ingentes destinadas a la educación y a la transformación digital. Allí es donde el rol del humanismo será preponderante en la fijación de las metas, en los métodos que se utilicen para alcanzarlas y en los criterios que se usen para juzgar la consecución de dichos objetivos.  

¿Cómo se aborda la humanización de la transformación tecnológica desde el ámbito educativo?

Hablando del sistema educativo ha sido difícil plantear la necesidad de cambio en un contexto donde las principales características del mismo, hasta hace muy poco, se centraban en un alto nivel de regulación, una gran uniformidad y una alta estandarización. Vivimos en un mundo donde convive un sistema educativo que da respuestas a las necesidades de la tercera revolución industrial cuando ya estamos en la cuarta, entrando en la quinta. Hoy por hoy existen necesidades distintas; desde los distintos niveles educativos no solo deben trabajarse las competencias profesionales, sino que también es necesario desarrollar otro tipo de competencias que ayuden a trabajar en un mundo interconectado: pensamiento crítico e innovación, aprendizaje activo y continuo, aprendizaje basado en problemas, habilidades analíticas, creatividad, liderazgo, comunicación, trabajo en equipo, negociación y resiliencia, entre otras.

Asimismo, y sobre una base de mayor flexibilidad en los programas formativos, se debe fomentar el aprendizaje desde la práctica y la idea de que cada persona pueda construir un programa formativo que sea más a su medida, que permita adquirir las competencias profesionales y transversales de una forma más personalizada y ayude a desarrollar al máximo su potencial. Otro pilar desde el ámbito educativo que no debemos olvidar es el desarrollo y el enriquecimiento de las competencias relacionadas con la innovación y el emprendedurismo.

Finalmente, debemos recordar que el sistema educativo debe ayudar a la construcción de la ciudadanía, conformada por personas éticas, empáticas y con altas dosis de compasión, conscientes del otro y de las necesidades de un mundo con recursos limitados.

¿Cuáles son los riesgos de obviar la humanización en todos estos procesos?

Básicamente los riesgos se relacionan con generar mayores dosis de exclusión que generen un incremento de la desigualdad. En un contexto de mayor desarrollo debemos hacer un esfuerzo a nivel social para que los beneficios del nuevo paradigma productivo lleguen a todos los rincones de la sociedad. Aunque el impacto evidentemente no sea el mismo para todos los grupos que componen una sociedad, no nos podemos dar el lujo de que aumente la brecha de la desigualdad. El desafío es cómo hacer que personas con altas dosis de individualismo sean conscientes de que todos estamos en el mismo barco y que es imposible y resulta inmoral desarrollarnos como sociedad cuando una parte de la población está excluida en los procesos de creación de riqueza y no participa en sus beneficios.

Obviar la humanización en estos procesos también puede traer aparejado una mayor dificultad a la hora de dar respuesta a los desafíos a los que la humanidad se enfrenta hoy, los cuales comprenden el cambio climático, el agotamiento de los recursos, la cobertura de las necesidades básicas de una población creciente, la disminución de la biodiversidad, la contaminación del medio ambiente y la destrucción de los ecosistemas. Frente a desafíos de esa magnitud se requiere una acción coordinada que nazca de los principios y valores humanos.

Finalmente, existe un riesgo real de que los desequilibrios actuales se acentúen y profundicen no permitiendo hallar soluciones compatibles con la construcción de sociedades con mayores dosis de justicia, que dispongan de una vida digna. El aumento de las desigualdades y la falta de soluciones apropiadas para todos los desafíos a los que se encuentra sometida la humanidad puede crear un caldo de cultivo óptimo para determinados fenómenos que no resultan deseables, pero de los cuales hemos tenido muestras en nuestra historia reciente: el auge de los movimientos populistas, nacionalistas e integristas que pongan en duda una gran parte de esos valores que nos hacen ser únicos.

¿Qué papel juegan los equipos humanos en la transformación digital de las organizaciones?

Los equipos humanos juegan un papel fundamental en la transformación digital de las organizaciones en la medida que son los encargados de evaluar, planificar, implementar y controlar el rumbo de esta. Es el buen hacer de dichos equipos los que adaptarán plenamente las nuevas tecnologías a las organizaciones, lo que necesariamente implicará una transformación de las tareas, los puestos de trabajo y las habilidades requeridas. Sin embargo, la conformación de estos equipos que llevarán adelante los procesos de transformación digital de las organizaciones requerirá una cuidadosa gestión del talento, que involucre la formación en competencias profesionales y tecnológicas, así como que contribuya a desarrollar y enriquecer las competencias transversales. Por su parte, la transformación digital también requerirá el cambio de actitudes y un nuevo enfoque de liderazgo.

La humanización e Inteligencia Artificial son los dos grandes bloques temáticos de esta V Edición del Congreso ¿Qué beneficios se pueden lograr de este binomio?

En un proceso de cambio acelerado surge el desafío de pensar qué hacemos los humanos con y frente al desarrollo de nuevas tecnologías. Tener un ámbito donde poder pensar cómo los grandes avances tecnológicos pueden cambiar la vida de las personas y cuál es el impacto social y psicológico de estos cambios resulta fundamental, por lo que la pertinencia de la V edición del Congreso y su temática queda en evidencia. En este contexto, resulta muy importante que las tecnologías y el ser humano trabajen de forma mancomunada para alcanzar los mejores resultados: es necesario humanizar las tecnologías para que los resultados que se obtienen de las mismas sean superadores.

Cuando se piensa en el concepto de la Inteligencia Artificial las primeras ideas que aparecen se relacionan con la programación, la constitución de algoritmos, el aprendizaje de las máquinas y la ingeniería en su conjunto. Sin embargo, la aplicación de la IA requiere conocer el tejido social en la que se aplica, de forma tal de plantear escenarios, analizar variables, determinar el comportamiento de las personas y predecir sus reacciones. A partir de la IA se logrará hacer más sencilla la vida de las personas, por la cual estudiar la forma de maximizar el impacto social de estas nuevas tecnologías y su materialización en nuevos productos y servicios constituirá un gran desafío para las empresas.

Es necesario que el avance tecnológico genere bienestar y que su utilización resulte beneficiosa para la humanidad, por lo que humanizar la IA es fundamental, ya que no se trata solo de algoritmos, eficiencia y eficacia, también se trata de entender las emociones y las relaciones entre las personas. No se puede esperar que los algoritmos tomen las decisiones, porque la responsabilidad de estas siempre será humana. Es necesario comprender que el elemento humano siempre debe existir y que el proceso de toma de decisiones no debe ser automático sino que debe contemplar las circunstancias personales y sociales sobre las que se aplica.

¿Cómo están viviendo las nuevas generaciones el proceso de cambio tecnológico y la aplicación de las tecnologías emergentes, son reticentes?

Las nuevas generaciones no son reticentes al proceso de cambio tecnológico y la aplicación de las tecnologías emergentes, ya que desde inicios de sus vidas se han visto inmersos en esos conceptos y el cambio y las tecnologías son parte de su ADN. Utilizando categorías ya establecidas, las nuevas generaciones son nativas digitales donde el cambio y la utilización de tecnologías es la norma y no la excepción. En este contexto, me preocupa más la reacción de los inmigrantes digitales, personas que como yo no nacimos con un dispositivo en la mano y que hemos tenido que adaptarnos personal y profesionalmente.

Nuevamente aquí me gustaría hacer referencia al concepto de transición. Desde un punto de vista social tenemos un gran desafío ya que debemos lograr que personas cuyo ADN no tiene integrado el cambio tecnológico y la aplicación de tecnologías emergentes pueda incorporar ambos conceptos a sus vidas de forma tal de no quedar excluidas del resto de la sociedad.

Igualmente, ya sea por gusto o por resignación, creo que tanto los nativos y los inmigrantes digitales, hemos evolucionado de forma positiva, cada uno en la medida de sus posibilidades. Está claro que el cambio tecnológico no tiene marcha atrás y, aunque nos guste en mayor o menor medida, debemos adaptarnos a esta nueva realidad; no hay alternativas al respecto.

De las otras mesas redondas que se van a protagonizar en el Congreso, ¿Cuál no se perdería?

El programa planteado por el congreso resulta excepcional desde el punto de vista de las temáticas abordadas y de las personas a cargo de las distintas conferencias y mesas redondas. No me perderé ninguna de las sesiones, aunque debo decir que existen algunas temáticas con las que encuentro mayores niveles de afinidad, como por ejemplo el tecnohumanismo y el empoderamiento humano, la humanización de la transformación tecnológica, la ética y la sostenibilidad.

Además de la IA, hay muchas otras tecnologías emergentes que se presentan muy fuertes en los próximos años como el metaverso ¿Cómo ve en el futuro la aplicación de tecnología en relación con las personas, llegarán las máquinas a dominar los procesos?

Tal como he comentado previamente, el avance tecnológico y las personas deben ir de la mano en una relación complementaria. Resulta poco realista pensar que las máquinas y las tecnologías puedan evolucionar sin tener en el centro al ser humano, quien las desarrolla y a quién sirven. El planteo de las película Matrix y Terminator, donde las máquinas toman el control y quieren dominar al ser humano, por el momento solo pertenece al mundo de la ficción. En la medida que las tecnologías se disocien de las necesidades de quien las crea conducirán a un fracaso de forma inexorable.

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